Sonrío al espejo

Hoy me miro al espejo y sonrío. No es que antes no lo hiciera, pero ahora lo hago con más determinación, la que me da el haber conseguido el reto que me propuse hace ahora 10 meses, si no el reto completo, sí gran parte de él.

Ronda
(Foto de finales de septiembre de 2013)

Después del verano pasado decidí que debía empezar a cambiar mi alimentación, o al menos, mejorarla. Por dejadez, comodidad o no sé qué ‘puñetera’ razón había ido perdiendo la línea, si es que alguna vez la tuve, porque los que me conocen saben que siempre fui una ‘gran’ mujer o una mujer ‘grande’, de bebé ya apuntaba maneras, luego fui una niña con cuerpo de mujer. En la adolescencia ya me ponía ropa de mi madre, así que lo de la línea lo dejamos, mejor, para el teléfono.

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(Foto 15-10-2013)

El caso es que cuando estaba a punto de cerrar una etapa laboral, de las más importantes de mi carrera, y en el horizonte asomaban más sombras que luces, el 30 de septiembre, lunes, como muchos lunes anteriores, empecé mi ‘no dieta’, y la llamo así porque antes había hecho infinidad de dietas, algunas restrictivas, otras disociadas, otras hipocalóricas, otras a base de verdura y fruta, de piña y pollo, infinidad de propuestas para sentirme mejor, pero que lo único que conseguían es que me sintiera más frustrada.

puntos
(Foto del 27-6-2014)

Llevaba tiempo oír hablar de un nuevo método de adelgazamiento en el que podías comer de todo y conseguías perder peso, al principio fui muy reticente, pero decidí probar suerte.

Estaba decidida y deseaba que ésta fuera la definitiva y que los resultados no tardaran en aparecer. Una alimentación basada en contar, contabilizar los puntos de los alimentos que ingería y descontarlos de mi capital diario. Sin aditivos, sin complementos, sin adornos, sin pastillas, solo comiendo bien.

Y pronto empecé a sentirme mejor, sobre todo, cada lunes que acudía a la reunión con mi monitora y veía como la báscula iba reflejando cada vez un peso menor, hasta perder 27 kilos.

Ahora la gente me pregunta sí me está costando trabajo, sí lo paso mal, sí estoy sufriendo con esta dieta. La respuesta es NO. Me siento mejor que nunca, más segura, más guapa, más valiente, más fuerte,…. Por eso animo a toda esa gente a que lo intente, que lo hagan por ellos mismos, no porque alguien se lo pida u obligue, que lo hagan para sentirse mejor, para estar más a gusto, más felices.

actual

(Foto del 1-7-2014)

Y quiero dejar claro que nunca he sido una persona superficial, que siempre he tenido que aguantar las miradas o incluso los insultos, sobre todo, en mi infancia, por no cumplir los cánones y las medidas de belleza, siempre fui una niña entrada en carnes, o como me decía mi abuela, de hueso ancho.

Hoy cuando estoy cerca de alcanzar el peso que me corresponde por edad, altura y sexo, estoy orgullosa, no sólo por poder comprarme la ropa que me gusta y encontrar talla, sino porque sé que podemos conseguir todo aquello que nos propongamos, sólo basta con desearlo.

PD. Os dejo algunas fotos para que vosotros mismos podáis ver el cambio.;)

Hasta una próxima parada.

Abrazos

Ana P.

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2 comments for “Sonrío al espejo

  1. Rosy
    11 julio, 2014 at 15:21

    Que bien Ana! Me alegro por tí. Además ya tenemos una edad y hay que cuidarse…no comentas nada del ejercicio pero me imagino que también será un pilar de tu nueva vida. Que tengas mucha suerte en lo demás. Un abrazo.

    • 11 julio, 2014 at 18:42

      Muchas gracias Rosy, la verdad que además de una alimentación sana suelo andar todos los días una hora más o menos para ayudar al cuerpo a que vaya cogiendo la forma. Un beso

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