De estas fotos han pasado ya casi nueve meses, lo que dura un embarazo, el tiempo necesario para alumbrar una nueva vida. De este día recuerdo muchas cosas. Fue el último de mi última etapa en TVE Murcia. Una etapa en la que aprendí mucho, disfruté cantidad, conocí a mucha gente, pero también hubo momentos tristes y sobre todo, duros.
De este último día de trabajo en ‘esta casa’ recuerdo la pena con la que me miraban ‘algunos compañeros’, como sí el destino nos fuera a separar para siempre, también las palabras que muchos intentaban buscar para hacer menos dolorosa la despedida.
Ese último día lo pasé como el resto de los 1.000 anteriores (más o menos lo que duró este contrato), trabajando. Me tocó hacer la conexión en directo para el Canal 24 horas desde Murcia. Muchos creyeron que no podría hacerlo por tratarse de mi último día, pero dije que lo hacía, porque para eso estábamos. Aquel día, ahora lo reconozco, tuve que hacer de ‘tripas corazón’, porque quizá ya no habría una próxima vez. Agradecí enormemente a un compañero que me hiciera estas fotos, que yo no le pedí que hiciera, para poder inmortalizar este momento con tantos sentimientos enfrentados.
No voy a enumerar las cosas que sucedieron en mi última etapa en TVE Murcia, tampoco creo que es momento ni lugar, tan sólo puedo decir que de todo en esta vida se aprende y que hay que quedarse con lo bueno, pero también sacar la parte positiva de lo malo, que a veces buscando mucho, encontramos. Mi contrato terminó y punto.
No me gusta hablar de puntos finales en las historias, prefiero utilizar los puntos seguidos, porque todo tiene una continuidad, una permanencia, una prolongación en el tiempo. Meses después de mi marcha me encontraba a gente por la calle que me reconocía de la tele, algo que siempre me ha dado mucha vergüenza, sin ir más lejos una noche mientras acompañaba a un familiar ingresado en el Hospital Virgen de la Arrixaca de Murcia, en la cafetería el camarero, mientras me cobraba, me preguntó: Tú eres la de la tele, no? y por qué no sales ahora? Yo le sonreí y le dije: «Sí, era la de la tele, pero ahora mismo ya no lo soy». Aunque no sé sí una vez que ya has salido, se deja de serlo.
Ahora desde la perspectiva que da el tiempo, miro estas fotos y me enorgullece saber que estuve, que tuve muchas oportunidades como ésta para hacer mi trabajo, unas veces mejor que otras, unas veces más a gusto que otras, unas veces más libre que otras.
Esta es una parada más en ese camino que es la vida, también la profesional. Seguimos esperando nuevos trenes a los que poder subirnos, nuevos viajes que emprender y otras historias que contar.
Abrazos,
Ana P.
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