Mi terremoto. 11-5-11

(Artículo que escribí en el especial sobre Lorca del Anuario de  Asociación de la Prensa de la Región de Murcia. Julio de 2012)anuario1

Recuerdo aquella tarde como si la estuviera viviendo en este momento. 17:10 horas mi teléfono sonó, estaba en Cartagena por motivos laborales, y escuché la voz de mi madre que me alertaba de que un terremoto había sobresaltado a los ciudadanos de Lorca, en ese momento ella estaba en casa junto a mi padre.«Te llamaba para decirte que estamos todos bien y que no te preocupes cuando veas la noticia», me dijo. La noté tranquila, pero algo me decía que debía irme a Lorca, para comprobar que era cierto que todos estaban bien. Hablé con mis compañeros de la televisión en Murcia, les dije lo que había sucedido y lo que desde Lorca me habían contado. Pronto se pusieron ‘manos a la obra’ y un equipo de TVE Murcia que se dirigía a la pedanía lorquina de La Hoya para un acto de campaña electoral, cambió sus planes y se fue para Lorca.

Nunca podré agradecer a mi amiga María José lo que aquella tarde hizo por mí, me llevo hasta Murcia en su coche donde otro equipo de la tele me esperaba para emprender rumbo a la ciudad del Sol. Aquel trayecto de Cartagena a Murcia se me hizo eterno, cambiando el dial de la radio para encontrar las informaciones que me tranquilizaran, que me contaran la realidad de mi ciudad. Poniendo el pie en el suelo en Murcia mi teléfono volvió a sonar, al ver reflejado el número de mi madre, mi corazón dio un vuelco. Ella con la voz entrecortada me dijo: «Ana, ha sido muy fuerte, que miedo, nos vamos, estamos bien, ten cuidado, te queremos». Y yo a 70 kilómetros de ellos hubiera dado mi vida para convertirme en un pájaro y volar a su lado. Escuché la voz de Juan Antonio, mi marido, y sus palabras me dieron algo de sosiego.

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En la radio hablaban de derrumbes, de muertos, de desaparecidos y yo…….. Ya con mi compañero cámara en el coche me dirigía a Lorca, mi ciudad, que había sido injustamente y por partida doble golpeada. Conforme nos acercábamos veíamos cada vez más coches abandonando la ciudad, en la radio nos informaban de que el túnel de la A7 estaba cortado por riesgo de desprendimientos. 20:00 horas. Tomamos la primera salida.

Ya nada volvió a ser igual. Persanuario lorcaonas en la carretera que nos miraban mientras circulábamos a 10km/h. Era tal la cola de coches que había que tuvimos que bajarnos y emprender el camino andando. Nos fuimos cruzando con gente, vecinos, paisanos aún sobrecogidos por el terremoto, el segundo y más fuerte. Me miraban y sabían que yo no lo había vivido allí como ellos, porque no veían en mis ojos el terror. Que no tardó ni 5 minutos en aparecer. De camino al punto en el que habíamos quedado con el resto de compañeros (Salvador, Iván, Antonio, Alex,..) que estaban en la ciudad poco después del  primer terremoto y que fueron esenciales para tranquilizar a la gente durante el segundo. Nosotros, que acabábamos de llegar a la ciudad, encontramos a lorquin@s deambulando, con mantas, bolsas, andando por medio del campo, con maletas, sin rumbo y entonces supe que Lorca nunca volvería a ser la misma, al menos, la de antes del 11-05-11.

Esta herida sería difícil de curar. Por la Avenida Europa sentí como si Lorca fuera una ciudad en guerra, asolada por las bombas del enemigo. Lágrimas, miedo y poca información. Se acercaban a nosotros para pedir datos, para que les contáramos como estaba el resto de la ciudad. No podían contactar con sus familias, las líneas telefónicas estaban saturadas y nadie encontraba respuestas, nada había al otro lado del teléfono.

Pronto descubrimos que la herida del terremoto iba a ser mas dura todavía para 9 familias lorquinas. En el barrio de San Diego nos encontramos con una de las imágenes más fuertes y que más trabajo no costara olvidar. El cuerpo de uno de los fallecidos tendido en el suelo, rodeado de escombros y de personas que gritaban que podría haber sido cualquiera que en ese justo y maldito momento pasara por allí. Una extraña fuerza se apoderó de mí, supe que tenía que trabajar duro para informar de lo que estaba pasando en mi ciudad, para ayudar a mis vecinos, pero también para ayudarme a mí. Me puse una armadura e intenté guardar la calma, sobre todo, gracias a mi compañero y amigo, Antonio, que me animó en esos duros momentos ya que no había podido volver a contactar con mis padres, pero algo me decía que estaban bien.

Por desgracia, pronto se empezó a poner nombres a los fallecidos y como suele pasar en Lorca, aunque sea de oídas te conoces. Pues conocía a varios de los que tuvieron la mala suerte de que la muerte les encontrara. 21:00 horas. Tras una conexión telefónica en el Canal 24 horas de TVE, que nunca olvidaré por la descripción tan trágica que tuve que hacer de lo que veía, me tocó contarle a España lo que había sucedido en Lorca esa tarde y todo lo fuerte y dramático que había sido. Esas imágenes dieron la vuelta al mundo, sobre todo, las que un equipo del programa España Directo, captó en el momento justo del segundo seísmo con la caída, entre otros, del campanario de la iglesia de San Diego.

11-05-11 24H NOCHE

El patio del colegio Sagrado Corazón fue mi punto de directo hasta bien entrada la madrugada. Momento en el que más inquieta que cansada emprendí rumbo a la Viña, a mí barrio, la que después sería llamada la zona cero del terremoto. Acompañada de mi marido. 02:00 horas. Calles vacías, a oscuras, silencio, edificios que mostraban las grietas del seísmo. Allí en la parte mas alta del barrio, un campamento, que habían montado para los numerosos vecinos ‘viñeros’ que buscaron un lugar seguro, un descampado donde pasar la noche. Y allí en un tienda amarilla encontré a mis padres y amigos, vecinos, a mis abuelas, ambas octogenarias, que me miraron diciendo ‘estamos bien, pero el susto nos podía haber llevado al otro barrio’.

Fui abrazando a mi familia y vecinos como si no nos hubiéramos visto hacía una eternidad, sobre todo, para celebrar que estábamos vivos y que muchos habían vuelto a nacer.  Fui a mi casa, situada junto al Parque de la Viña y vi los daños que los seísmos habían causado, todo en el suelo, objetos rotos, paredes quebradas, pero estábamos bien, y eso era lo importante.

En el campamento pasamos la primera noche. Nunca tendremos todo el tiempo para agradecer el trabajo de los voluntarios de Cruz Roja, de Protección Civil que vinieron desde todas partes de la Región y de España. Pasamos sentados toda la noche en sillas, mirándonos a los ojos y dando gracias por estar vivos, por estar juntos… Durante la madrugada la tierra volvió a temblar, con algo de menos intensidad, pero con el mismo miedo y terror en las caras. Pronto la luz del día llegó y fue el momento de empezar a ver con los primeros rayos del sol los estragos que los terremotos habían causado. 07:00 horas. De nuevo al trabajo. Volver a informar de cómo había transcurrido la noche, los datos de los heridos, fallecidos y daños del terremoto. Sin dormir, pero con ganas de seguir informando, sobre todo, para sentirme más tranquila.

12-05-11 4 DESAYUNOS

17-05-11 2 INFO MURCIA

Ya con el 12, 13, 14….de mayo vinieron los derribos, los seguros, el consorcio, los campamentos del Huerto de la Rueda y La Torrecilla, los colegios cerrados, la vuelta a las aulas después de 4-5 días.

Los colores que marcarían el futuro de los edificios. Y la UME, la Unidad Militar de Emergencias, que plantó su base en Lorca durante varios meses, y las despedidas, las dolorosas despedidas de aquellos que dejaban su ciudad porque el terremoto se lo había arrebatado todo.

Hoy, casi 15 meses después, no dejo de pensar ni un minuto en cómo podemos perderlo todo por la fuerza de la naturaleza y lo vulnerables que somos. Pero Lorca es fuerte y lo que necesitamos es que se aúnen fuerzas, sobre todo las políticas, para sacar a la ciudad adelante, para que el sol brille con toda la fuerza en mi ciudad, una ciudad que por desgracia un terremoto situó en el mapa para el resto de España y el mundo.anuario4

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2 comments for “Mi terremoto. 11-5-11

  1. Irene Jódar Pérez
    15 julio, 2014 at 12:32

    Me he emocionado.. Eres muyy grande!

  2. 15 julio, 2014 at 16:45

    Gracias Irene, aquello fue algo que nunca olvidaremos, tuve la oportunidad de estar trabajando para contarlo, pero en definitiva hablaba de mi ciudad, mi gente, mis vecinos, mi familia,….y eso nunca es fácil y más con esta tragedia. ;(
    Abrazos y te espero es ésta y en las próximas paradas.

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