Cada vez que salen los datos del paro o la encuesta de población activa, la EPA, me echo a temblar, no sólo porque puedan arrojar cifras escalofriantes, aunque parece que las últimas son algo mejores, sino por la cantidad de sandeces que pueden llegar a decir nuestros dirigentes a la hora de comentar esos datos.
Muchos se cuelgan las medallas, aunque en un mes fueran 32 personas las que abandonaran las listas del paro, otros intentan recordar que fueron otros políticos anteriores los que nos trajeron aquí, sin perder ocasión para ello y otros, como fue el caso ayer del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se limitan a decir que están muy contentos.
Y tiemblo con estos comentarios políticos porque no se ponen, casi en ninguna ocasión, en el lado del parado, en la piel de los más de 100.000 murcianos que siguen sin trabajo, de los casi 5 millones de españoles que esperan que los partidos políticos tomen de una vez la sartén por el mango.
Decía el presidente de la Comunidad Autónoma, Alberto Garre, que cada vez que oía hablar a un político de que iba a crear empleo le daba la risa, y a mí también.
No puede ser sólo una promesa, debe ser una realidad conjunta con empresarios y sindicatos. Ir todos de la mano.
Cuando salen los datos del paro sólo hablan los políticos en los medios, no le preguntan su opinión a los desempleados, o qué recetas tienen o qué harían ellos para crear empleo.
Mañana 1 de mayo se celebra el Día del Trabajo, con la EPA reflejando las mejores cifras de empleo regional desde 2007, pero no habrá nada que celebrar mientras haya en la Región de Murcia tantas personas sin un puesto de trabajo.
Hay que seguir pidiendo políticas activas de empleo, planes de formación para jóvenes, y no tan jóvenes, con posibilidad de hacer prácticas laborales y siempre remuneradas.
Poder ver luz al final del túnel, ver perspectivas de futuro, alentadoras. Ver que nuestros dirigentes, o al menos algunos de ellos, son sensibles a los problemas de los «sin trabajo».
Ver unión, unidad, y no sólo por una foto, para acabar con un problema, más grande si cabe para los muchos murcianos que no reciben ya prestación por desempleo y que viven gracias a los ingresos de otros familiares, a la ayuda de ONG’s o de la caridad.
Y éstos, los que viven con una mano delante y otra detrás son los que deberían hablar, para hacer más humanos, cercanos, incluso familiares, los fríos, disfrazados y coloreados políticamente, datos del paro.
(Foto: laverdad.es)
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