Nuestra vida son decisiones.
Desde que nacemos estamos rodeados de situaciones en las que debemos elegir, aunque durante nuestros primeros años de vida sean otros (padres) los que decidan por nosotros. Aunque también haya quienes dejen todas sus elecciones en manos de otros, pero cada uno es libre y no seré yo la que les juzgue.
Las decisiones, enfrentarse al momento de coger un camino u otro, de optar por el blanco o el negro, de subir o bajar, de entrar o salir, de correr o quedarse parado, de reír o llorar.
Hay decisiones que necesitan de grandes dosis de meditación, casi siempre son aquellas que supondrán un cambio importante en nuestras vidas.
Las hay más fáciles de tomar, aquellas en las que sólo encuentras cosas buenas que poner en la balanza, esas que vienen casi tomadas por sí solas. Otras que nos torturan una y otra vez, una y otra vez, como si una cuenta atrás colgara de nuestra conciencia, esas son las decisiones que yo llamo de ‘vida o muerte’ y que por desgracia las hay, de lo que decidamos dependerá, en gran parte, seguir respirando.
A veces consultamos nuestras decisiones, lo hacemos con la almohada, y no es que nos sentemos cara a cara en la cama frente a la almohada, pero suele ser de noche, cuando ya estamos en la cama cuando empezamos a darle vueltas a la cabeza y a esa situación sobre la que debemos decidir y puede que, de alguna manera, la almohada nos ‘sople’ al oído cuál es la mejor opción.
Consultamos nuestras decisiones con nuestros seres queridos: familiares, amigos, pareja,…. esta es la situación que yo llamo ‘Y tú qué harías?’. Es ese momento de pedir consejo a algún conocido y cruzar los dedos para escuchar de su boca la opción por la que tú más te inclinas y poder sumar adeptos, así, a tu causa.
A mí me pasa una cosa, a veces cuando tengo que decidir sobre algo, en este caso suelen ser cosas más banales, lo dejo en manos del destino y en eso de sí sale 5 cojo la opción A, y sí el tapón cae boca arriba, entonces la mejor será la B. Sé que pensaréis que ésta es una actitud infantil, pero siempre tendré la posibilidad de echarle la culta al destino.
El caso es que nos pasamos toda nuestra vida tomando decisiones, de si esto, lo otro, que si hago esto o mejor no lo hago, que si le llamo o no, que si le digo que me gusta, que le quiero, que quiero compartir mi vida con él. Decisiones sobre qué estudiar, qué hacer con nuestra vida, a quién apoyar, votar,…..
DECISIONES que, en definitiva, van conformándonos como personas, van marcando nuestro camino. Decisiones de las que podemos sentirnos orgullosos, aunque de otras no tanto.
Yo un día me levanté y decidí ser feliz, sabía que no iba a ser fácil, de hecho no lo es!!!, pero cuando tengo que elegir, aunque pida consejo a alguien, escuche a mi almohada o espere a que el destino se pronuncie, soy yo la que decido, para, así, no poder culpar a nadie de mis fallos ni tampoco de mis aciertos.
En definitiva, tengo claro que hoy por hoy soy yo, pero también soy mis decisiones.
La mejor decisión es SER FELIZ. Un abrazo.
Sin duda Mar, esa es la mejor decisión, aunque a veces nos cueste, pero con esa predisposición es como si todo pareciera más fácil, a pesar de que en el fondo no lo sea. Besos
Madre mia, quien me iba a decir que de esto precisamente iba a hablar contigo antes de encontrarme este post en las redes sociales. Me encanta , encierra una gran verdad y es que el mundo se compone de pequeñas y grandes decisiones, todas encaminadas a ser felices y vivir mejor con nuestra gente. A veces incluso una decisión incorrecta nos puede llevar a mejores decisiones en el futuro.
Hoy después de tomar un café contigo aunque haya sido express tengo claro que cuando decidí tenerte simpre en mi vida acerté.
Besicos bombón y no cambies
Jajajaja y si un día te das cuenta de que no acertaste conmigo, ya sabes que aún guardas ese ticket para devolverme, pero más vale malo conocido, no?
Te quiero, princesa!!! 😉
Ya lo dijo Don José Ortega y Gaset: Yo soy yo y mis circunstancias. Habrá y hay muchas cosas en esta vida que me gusten (un buen vino y un queso compañero, por ejemplo) pero como la palabra; Consecuencias…..pocas cosas. La vida es el camino que eliges dia a dia sin arrepentirte nunca de ello ya que de lo único que puedes lanentarte es de no haber hecho, lo que querías en todo momento. Las consecuencias (ya lo decía Bunbury)
Muchas gracias Vero por tu comentario, las decisiones, las consecuencias,…son sobre todo muestra de valentía, algo de lo que tu entiendes bastante, hasta ahora estaba ‘El sastrecillo valiente’ y ahora ‘Vero la valiente’.
Disfruta al máximo de una de tus ‘últimas decisiones’ hasta el momento, y puede que una de las más apasionantes. Besos primota 😉
Y sobre todo elegir qué personas quieres que estén a tu alrededor para ser más feliz….. y que suerte tengo yo de poder contarte entre ellas
Sniff, sniff, sniff,…!!!! También hay decisiones que nos pillan de ‘rebote’, son otros los que deciden por su vida, su futuro o su pareja, y como ‘daño colateral’ esas decisiones nos afectan, benefician o alegran a nosotros, me entiendes?.
Yo también estoy contenta de haberte conocido, loca!! 😉
En esta vida todo esta en tomar decisiones y al final las tomamos cada uno y nos arriesgamos a fallar o no pero de todo esto aprendemos. Y lo mejor es decidir ser FELIZ aunque cueste. Besos guapa y ya te sigo aqui en tu blog..
Gracias Cris, la verdad que de todo se aprende, de lo bueno y de lo malo. Sin duda la mejor decisión es ser feliz aunque haya días más nublados que otros y no sólo por las nubes del cielo.
Estamos en contacto, ahora también por aquí. Si te apetece lee algo que escribí hace unos meses sobre LA AMISTAD, por si te recuerda algo.
Besos
Extraordinario comentario y reflexión.
Yo de niño me quede con una frase que la llevo conmigo en todas las situaciones de la vida y que en cierta forma se complementan con la toma de decisiones.
La frase es » yo se lo que debo y puedo hacer, sin importarme lo que hagan otros «.
Eso conlleva mucha consulta con la almohada.
Cordura, sensatez y sobre todo mucha honradez.
Y al final despues de ser prudente y callado en tu soledad tomas la decisión. Tu decisión que aunque te equivoques, se relanzará en tu seno interno y podras decir: Ante siguaciones profesionales, personales, familiares, etc:
» Yo Se lo que debo y puedo hacer «.
Te sentirás seguro agradable y tranquilo porque despues de meditarlo, has tomado la mrjor decisión.
Un saludo
Muchas gracias Juan por visitar mi blog ‘La última parada’. Muy cierto todo lo que me dices, sobre todo la frase a la que haces referencias ‘yo sé lo que debo y puedo hacer, sin importarme lo que hagan otros”. Primero denota seguridad en un@ mism@, luego saber dónde están nuestros límites y después no vivir pendiente de lo que hagan o digan los demás.
Cordura, sensatez y honradez, tres características que valoro mucho de las personas y que, sin duda, nos ayudan a ser mejores.
Espero que pronto ‘te decidas’ a hacerme otra visita.
Un abrazo. 😉